Agua Bendita y la elegancia de un atardecer en los Andes
- Galería De Arte
- 2 ago
- 2 Min. de lectura

El pasado lunes 28 de julio, la Plaza de Botero se convirtió en el escenario de una noche mágica donde la moda se encontró con la historia y la artesanía colombiana.
Fui parte de una experiencia inolvidable, la pasarela inaugural de Colombiamoda 2025; que comenzó con un gesto cargado de tradición: una copa de cerámica artesanal del Carmen de Viboral que, llena de aguardiente antioqueño, nos dio la bienvenida. La pasarela inaugural de Agua Bendita y Agua by Agua Bendita no solo presentó colecciones, sino que nos sumergió en una narrativa rica en cultura y creatividad.
El primer momento, a cargo de Agua Bendita, nos invitó a un viaje de exploración con la colección Treasure Hunter. Esta propuesta, que rinde homenaje a las raíces paisas de la marca y celebra más de dos décadas de historia de Catalina Álvarez y Mariana Hinestroza, se caracterizó por su versatilidad y su conexión con la naturaleza. Las prendas destacaron por la fluidez de sus materiales, principalmente lino y viscosa, que se manifestaron en siluetas amplias como vestidos vaporosos y conjuntos de pantalón y top; también incluyeron sets para hombre, versátiles que se pueden combinar en el día a día. La colección se complementó con accesorios de joyería artesanal de AMORFA GEMZ, que aportaron un toque de brillo y modernidad. En cuanto al calzado, la colaboración con Skechers Colombia le dio un aire de comodidad y estilo urbano a los looks. Un detalle que vimos fue la inclusión de termos Stanley personalizados, un toque inesperado que reforzó la temática de aventura. Pero el verdadero corazón de esta colección, y de la marca, son los detalles en tejido hechos a mano por el talentoso equipo de madres cabeza de familia, una labor que se siente en cada puntada.
El segundo acto de la noche nos transportó a un mundo de ensueño con Agua by Agua Bendita y su colección Ocaso. Fue una verdadera expedición botánica inspirada en la flora y fauna de los Andes. Al ver a las modelos, sentí que estaba presenciando una obra de arte; me vinieron a la mente las ilustraciones de la expedición botánica de José Celestino Mutis que vi en el Museo de Antioquia.

La colección Ocaso, compuesta por vestidos y sets del mismo nombre, es un relato visual de un atardecer. Explora una paleta de colores y texturas inédita para la marca, inspirada en los tonos cálidos del ocaso y la leyenda de El Dorado; estos diseños sobre telas oscuras hicieron honor al nombre de la colección. Esta propuesta de lujo y sofisticación se manifestó en piezas con estampados florales que parecían cobrar vida. Los tocados y guantes fueron los accesorios clave que elevaron la pasarela, aportando un romanticismo y una elegancia digna de una pasarela de lujo. Cada prenda, cuidadosamente elaborada, parecía tejer la historia del atardecer andino, llevándonos a un viaje por las montañas y celebrando la sabiduría que se esconde en ellas.
Comentarios