El reggaetón se vistió de gala en Yandel Sinfónico
- Galería De Arte
- hace 1 día
- 2 Min. de lectura

Todavía estoy asimilando este concierto, y es que lo que viví hace unos días con el Yandel Sinfónico en Bogotá fue algo que superó TODAS mis expectativas. En serio, ¡jamás imaginé que asistiría a un sinfónico de reggaetón! El solo concepto ya era una locura, pero Yandel y la capital colombiana lo llevaron a otro nivel.
Empecemos por el contexto: sí, leyeron bien. El 'Capitán Yandel' se tiró la maroma de fusionar la potencia del perreo con la majestad de los instrumentos clásicos. Pensé: ¿cómo va a sonar eso? ¿Será que funciona? ¡Y, vaya que funcionó! Fue una sorpresa total, una cátedra de cómo se puede innovar sin perder la esencia.
Además de la joya musical, fue mi debut en el Movistar Arena. ¡Qué escenario! La energía, el sonido, la logística... Se sintió un ambiente de evento grande, de esos que marcan un antes y un después en tu playlist mental.

La verdadera sorpresa de la noche, lo que terminó de elevar esto a la categoría de evento histórico, fue la banda que acompañó a Yandel: ¡Ni más ni menos que la gran Filmo Orchestra de Bogotá! Ver a músicos de ese calibre, con su solemnidad y virtuosismo, tocando hits del reggaetón fue un contraste espectacular.
Cuando sonaban esos beats clásicos con los violines, chelos y vientos a todo dar, yo ni parpadeaba. Fue un golpe de nostalgia y elegancia. La sinfónica no solo acompañó; le dio una textura épica, casi cinematográfica, a temas que todos hemos cantado hasta quedar sin voz. Yandel, un verdadero showman, se lució con un repertorio que nos paseó por toda su trayectoria, demostrando por qué es una leyenda viva del género.
El ambiente era increíble, y la gente se lució con el dress code que definimos como "Calle pero Elegante". Lo vi todo: sneakers impecables combinados con blazers, cadenas brillantes, y ese toque underground que nunca puede faltar. Fue la mezcla perfecta entre la sofisticación de un concierto sinfónico y la autenticidad del movimiento reggaetonero.

Empezó suave, recordándonos los temas que definieron una era como Rakata, Mírala bien, Mayor que yo. Pura nostalgia, momentos para cantar a todo pulmón con los ojos cerrados. Escuchar temas como "Ahora es" o "Permítame"; la sinfónica tomó protagonismo, dándole un aire majestuoso a los temas más icónicos. Un verdadero deleite auditivo.
Y para el final, cuando pensamos que no podía ser mejor, el concierto se convirtió en una fiesta total con Algo Me Gusta De Ti . Terminamos saltando y perreando con esa energía que solo el reggaetón puede dar, dejando el alma en el Movistar Arena. ¡Un cierre espectacular!
Quiero hacer una mención súper especial a Breakfast Live. ¡Gracias por la invitación!
Y por supuesto, un enorme agradecimiento al Hotel Ibis Museo de Bogotá por recibirnos tan bien durante nuestra estancia en la capital. Descansar en un lugar tan cómodo y bien ubicado hizo que la experiencia fuera de 10/10.
Si tienen la oportunidad de ver este show, no lo duden. Es la prueba de que el reggaetón también tiene su lugar en el Olimpo de la música.









Comentarios