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Un viaje a la gastronomía criolla peruana en 5 momentos en Casa Barranco.


Recientemente tuve el placer de ser invitada a una experiencias gastronómicas memorables en Medellín a 4 manos en Casa Barranco, el restaurante peruano que se ha convertido en un referente de la cocina del país vecino en nuestra ciudad. No fue una cena cualquiera; fue un recorrido de 5 momentos cuidadosamente diseñados, maridados a la perfección con una copa de vino, en un ambiente que te transporta directamente a Lima.


Y es que, como bien lo describe el chef: "De Lima a Medellín: la cocina criolla se tomó Casa Barranco en una cena a cuatro manos que cruza memorias, territorios y sabor".


Casa Barranco, ese rincón insignia de la cocina peruana en Medellín, inauguró su nuevo ciclo de experiencias gastronómicas llamado “Noche de amigos”. Y debo decir que fue una noche que unió dos cocinas hermanas con un mismo lenguaje: el de la emoción que se sirve en cada plato. Para esta primera edición, el invitado de honor fue José del Castillo, el reconocido chef de Isolina (Lima), uno de los máximos exponentes de la cocina criolla peruana. En compañía de Adolfo Cavalie, el talentoso chef anfitrión de Casa Barranco, nos ofrecieron una cena a cuatro manos que fue mucho más que un menú de cinco tiempos: fue una descarga salsera de memorias, sazón y nostalgia.


"Jose es un gran amigo de la casa y representa como pocos la cocina que nos inspira: esa cocina de mamá, de casa, que reconforta y conecta con el origen”, afirmó Adolfo Cavalie, y no podría estar más de acuerdo. Cada plato se sintió como un abrazo, una historia contada a través de sabores.


Esta cena marcó el inicio de una nueva etapa para Casa Barranco: un espacio que busca convertirse en referente de experiencias criollas en Medellín, abriendo sus puertas a cocineros que cuentan historias desde sus fogones. Con “Noche de amigos”, el restaurante no solo ofrece colaboraciones, sino una curaduría de cocinas con alma, donde cada encuentro será una celebración viva. "Queremos que Medellín viaje a Lima a través del sabor, que esta ciudad se convierta en punto de encuentro de la buena mesa latinoamericana”, expresó el equipo de Casa Barranco, y vaya si lo lograron con esta primera entrega.


El menú, inspirado en la cocina clásica peruana, fue una verdadera declaración de amor a las recetas de mamá, a esos sabores que nos formaron. Cada uno de los 5 momentos fue una sorpresa deliciosa.


Isolina: Fue el primer plato para dar inicio a este momento gastronómico. Un ceviche de pesca del día con chicharrón de pulpo. Perfecto para iniciar y uno de mis momentos favoritos pues son muy amante al ceviche.


Casa Barranco: continuando con la velada a la mesa llegó un tiradito apaltado, mix andino en leche de tigre. Este plato fue una verdadera obra de arte: la delicadeza del pescado fresco contrastaba con la cremosidad de la palta, mientras el "mix andino" aportaba texturas y sabores únicos, todo bañado en leche de tigre que lo elevaba a otro nivel. Una explosión de frescura y umami que te transporta directamente a la costa peruana.

Asado de tira: El tercer momento, llamado cariñosamente "Isolina", nos presentó un magnífico "seco de asado de tira" acompañado de un puré de frijoles que estaba, sencillamente, delicioso. La carne, cocinada a la perfección, se deshacía en la boca, impregnada de ese sabor profundo y reconfortante del seco peruano. Y el puré de frijoles, con su suavidad y riqueza, fue el contrapunto ideal, haciendo de este plato una verdadera joya de la cocina casera peruana, fiel al espíritu del chef José del Castillo.

Arroz con pato:  El "arroz con pato", un plato contundente y lleno de sabor, fue el broche de oro de los platos fuertes. El arroz, impregnado con los jugos del pato y las especias, junto con la carne tierna y jugosa, fue una experiencia gastronómica que te envuelve en la tradición y el gusto peruano.

PASO 0.5: Para cerrar con broche de oro, el "suspiro limeño" fue el dulce final. Cremoso, dulce y con ese toque justo de frutal y acido de la salsa de frutos rojo, fue la manera perfecta de culminar esta experiencia, dejando un sabor dulce y nostálgico en el paladar.

La experiencia no solo fue gustativa; estuvo acompañada de una descarga salsera, una selección musical curada especialmente para la noche, y momentos íntimos donde los chefs compartieron con los comensales la historia y técnica detrás de cada plato.


“Nuestra cocina no busca impresionar, busca recordar. Compartimos lo que somos: platos con memoria, con raíces, con esa energía de cocina de casa que une, abraza y cura”, señalaron desde Casa Barranco, y es precisamente esa autenticidad lo que hace que la experiencia sea tan conmovedora.


La presencia de José del Castillo en Medellín, así como el espíritu festivo y honesto de esta primera noche, consolidan la visión de Casa Barranco de traer a chefs referentes de la región a compartir su herencia culinaria en un formato cercano, vibrante y auténtico. Esta cena fue apenas el inicio. “Noche de amigos” continuará como un ciclo bimestral de encuentros gastronómicos que harán de Casa Barranco un epicentro donde la cocina criolla, el relato y la fiesta se encuentran. ¡Tienes que vivir esta experiencia!

COMPARTO EXPERIENCIAS 
PARA QUE TU TE ATREVAS A VIVIRLAS

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